El fracaso del “progresismo”
Las camarillas “progresistas” gobernantes de la UNC tuvieron su primer gran fracaso.
No pudieron realizar la Asamblea Universitaria que tenía por objetivo modificar la forma de elección de las autoridades unipersonales.
El levantamiento de la Asamblea Universitaria es el fracaso de la rectora Scotto en arbitrar, como lo venía haciendo hasta ahora, entre los intereses de los distintos sectores de las camarillas, expresados en los más de 5 “proyectos de reforma”, porque todos ellos implicaban fortalecer la dominación de las camarillas y el poder real de decanos y el rector, lo que implicaba un contrasentido: las camarillas actúan en función de intereses propios.
La “víctima” principal de este fracaso ha sido agrupación estudiantil protokirchnerista La Bisagra, la cual justifica su presencia en el gobierno de la universidad y sus acuerdos con la Franja Morada (no sólo en el gobierno de la UNC sino también en el reflotamiento burocrático de la Federación Universitaria) como el “costo” necesario para democratizar la UNC. La Bisagra terminó siendo parte de una de las camarillas y ha revelado la imposibilidad concreta de llevar adelante cualquier tipo de modificación, por más minima que sea.
La única modificación que ha habido, con la actual gestión, es el aumento descomunal de acuerdos con empresas diversas: se han quintuplicado. Es así como el grupo Arcor, Intel, Porta Hermanos, etc. han firmado acuerdos de “colaboración mutua” por los cuales se benefician con las instalaciones de la UNC, sus docentes, profesionales, investigadores y estudiantes sin poner un solo peso y llevándose jugosos subsidios del gobierno provincial (exención impositiva por 10 años, construcción de plantas y edificios, subsidios al salario de la mano de obra contratada, etc.).
El progresismo universitario ha dejado en claro que su “línea táctica”, de acuerdos con el viejo oficialismo y los radicales de Franja Morada, es una cuestión estratégica para gobernar en función de los intereses del gran capital.
Gobiernan para los intereses de la Fundación Mediterránea en nombre de la democratización, la transparencia y la participación. Son la pantalla izquierdista para el avance de las políticas de destrucción de la universidad pública, gratuita y científica.
La democratización, es decir, la satisfacción del conjunto de los reclamos de la comunidad universitaria que llevaron al cuestionamiento de las camarillas privatistas en el gobierno y el “status quo” universitario, es una tarea que no pueden llevar adelante las camarillas “progresistas” gobernantes, simplemente porque no puede haber democratización de la mano de los Urquía, los Roggio y los Fulvio Pagani, son justamente los intereses de estos sectores los que hoy le imprimen la orientación social a la UNC.
Luchemos por la democratización
Una verdadera democratización sólo puede producirse si se resuelve, o se lucha por resolver, la situación salarial de docentes y no docentes, el mejoramiento de las condiciones edilicias (que permitan desenvolver con “normalidad” las clases), la preservación de las carreras de grado (terminando, además, con el negocio de los postgrados pagos), y la liquidación del limitacionismo, que encuentra su máxima expresión en el cupo impuesto en la Facultad de Ciencias Médicas. La democratización es una tarea que sigue planteada como una urgente necesidad de los estudiantes y trabajadores universitarios y es incompatible con el dominio de la Fundación Meditérranea y los grupos capitalistas.
La Unión de Juventudes por el Socialismo – Partido Obrero llama al conjunto del movimiento docente, no docente y estudiantil a luchar por la satisfacción del conjunto de reclamos que hoy atraviesan las unidades académicas. Llama en particular al movimiento estudiantil a preparar la batalla que se avecina, la de las elecciones de los centros de estudiantes, para expulsar a los agentes “progresistas” y radicales de su dirección y ponerlos así en movimiento.
Llamamos a luchar por una por una nueva reforma universitaria que expulse a los grupos capitalistas y sus agentes de la UNC, a luchar por resolver estos problemas y por lo tanto estructurar los órganos de la manera que más fielmente garanticen este objetivo.
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