Escribo esta carta en relación a la nota publicada el domingo 20 de abril por vuestro diario sobre
En primer lugar pareciera que el artículo intenta vulgarizar la actividad de la izquierda en
Todos los consejeros, que intervinieron durante la sesión del máximo órgano de gobierno de
La posición mantenida por
Todo lo que señala la nota sobre nuestra intervención es: “Una consejera del Partido Obrero de Famaf realizó una moción de orden, para cambiar el temario de
En un órgano legislativo, la virtud de una propuesta de la oposición no puede medirse por cómo resulta la votación. Sería seguramente más constructivo, para la comunidad universitaria y para la sociedad en general, que se explicara, además de cuántos votos en contra tuvo nuestra moción, en qué consistió ésta concretamente y qué motivos la impulsaron.
Nuestra moción no fue la de sustituir el temario “sin mucha referencia a las iniciativas de la asamblea” sino de ampliarlo, incluso, considerando debates que algunos consejeros del oficialismo señalaban que debían darse.
Es importante explicar cuál es la situación que atraviesa nuestra Universidad.
Los docentes cobran salarios de miseria, trabajan en negro o directamente ad honorem; los no Docentes tienen salarios por debajo de la canasta familiar, y sufren la aplicación de un convenio que los perjudica aún más; los estudiantes se desmayan por el hacinamiento, se cierran cátedras por falta de espacio físico, se comprimen materias atacando la carrera de grado para engrosar los postgrados arancelados, se cobra un arancel mensual a cada alumno, se mantienen medidas restrictivas sobre los ingresos, se arman postgrados a gusto de empresas privadas, e incluso se modifican planes de estudio en función las necesidades de esas empresas. Es decir, se combinan la miseria presupuestaria, la precariedad de condiciones para la actividad educativa con la subordinación de la ciencia, de los profesionales que forma
La situación de nuestra Universidad Nacional de Córdoba es (y es necesario decirlo con todas las letras) grave. Peligra toda la actividad académica, educativa y científica. Y en etse marco se desarrolló la asamblea universitaria.
Es por esto que el Partido Obrero propuso a la asamblea discutir los problemas fundamentales que atraviesan a la universidad, y comenzar a tomar medidas concretas para evitar un derrumbe aún mayor de la actividad científica y educativa.
La posición mantenida por
1) La cuestión laboral docente y no docente, donde propusimos debía discutirse el inmediato aumento del salario mínimo igual a la canasta familiar, el 82% móvil para los jubilados, el blanqueo de todos los trabajadores en negro, contratados, la renta para los ad honorem, el respeto de los adicionales por permanencia en el cargo y el 3% móvil por antigüedad frente al negrero convenio no docente.
2) Los problemas de cursado, donde propusimos se discuta el aumento de presupuesto para garantizar las condiciones edilicias que permitan el normal funcionamiento académico, la eliminación de todas las restricciones al ingreso empezando por el cupo en Ciencias Médicas, la eliminación de todos los aranceles, y la defensa de la carrera de grado.
3) Convenios con terceros, donde propusimos se resolviera que todos los convenios con empresas sean completamente públicos, y que estén bajo control de los trabajadores y estudiantes de la unidad académica involucrada.
Esta fue la moción de orden realizada por el Partido Obrero que en la nota se califica de “ultraizquierda” sin siquiera explicar qué razones motivaron nuestra propuesta, y más aún sin explicar en qué consistió nuestra moción.
Por último el artículo señala “...y, de paso, como el Partido Obrero, pidieron aumento salarial docente, algo que no es resorte directo de
Esta afirmación es, de todas las que la nota hace intentando desacretidar nuestra posición, la que más debe preocupar a cualquier miembro de la comunidad universitaria y a todo ciudadano de nuestra sociedad.
La universidad es autónoma y puede (y creemos, debe) pronunciarse en relación a los problemas que afectan el funcionamiento de la vida universitaria, así como los problemas y debates que recorren la sociedad; independientemente de lo que el poder ejecutivo nacional, resuelva posteriormente. La universidad actuará en consecuencia ante el gobierno nacional para concretar sus resoluciones y pronunciamientos, pero es estrictamente falso que
Esta no es sólo una concepción de las corrientes de izquierda, de hecho
Entonces no es una locura “ultraizquierdista” plantear que
El Partido Obrero ratifica que la asamblea debe discutir los principales problemas y urgencias que atraviesan nuestra casa de altos estudios: la democratización de los órganos de gobierno y la forma de elección de las autoridades; las condiciones de cursado; los convenios con terceros y la cuestión laboral docente y no docente.
Los saludo atentamente .
Consejera estudiantil de