500, el número mágico
¿Por qué 500 ingresantes de arquitectura fueron aplazados por no tener un CD? ¿Por qué la facultad de Cs. Médicas mantiene un cupo estricto de 550 ingresantes? ¿Por qué se restringe el ingreso de forma abierta o encubierta en la UNC, violando la constitución que garantiza el derecho a acceder a la educación?
¿Será, tal vez, porque hay quienes quieren que la nueva Ley de Educación mantenga los cupos y aranceles?
El Decano José M. Willington hace gala de la “excelencia académica” lograda por el cupo de ingreso: “Nosotros tenemos cupos desde 2000 para acá y creo que hemos mejorado la calidad” (La Voz 20/01/08) declaró, mientras hace algunos días, estudiantes de 3º año de Medicina pasaron todo un día haciendo cola para inscribirse en un Hospital Escuela, para poder desarrollar sus prácticas tratando de evitar que les toque el H. N. Clínicas. Algo similar sucedió en odontología.
Entonces...le preguntamos al Decano de Ciencias Médicas: ¿Qué fue del glorioso Hospital Nacional de Clínicas con sus amplios pabellones, salas, aulas y hasta con hospedajes estudiantiles? ¿Qué pasó con su infraestructura y con sus cátedras?
Los estudiantes saben dónde quedó, por eso realizan esas interminables colas para que no les toque como opción el Hospital Nacional de Clínicas que está vaciado, autogestionado, sin insumos y con cátedras cerradas. Realizan esas interminables colas con el objetivo de lograr desarrollar las prácticas en “el menos peor” de los Hospitales escuela.
Autonomía… ¿sólo para los cupos?
Mientras se nos dice que cada facultad tiene autonomía para decidir qué pautas de ingreso establece, no se tienen los mismos reparos para violar esa autonomía cuando se niega la existencia de docentes ad honerm, como fue el caso de psicología cuando reclamó presupuesto para la renta de esos docentes.
Lo concreto es que las carreras de grado son constantemente reducidas en sus contenidos, los cuales más tarde pasan a ser parte de los post grados pagos. Los ingresos por este concepto equivalen al presupuesto de la Universidad Nacional de Villa María.
El limitacionismo al ingreso, lejos de ser una salida para la crisis presupuestaria, ha servido de excusa para el arancelamiento y desmantelamiento de las carreras, como así también para la rúbrica de acuerdos con empresas privadas, que terminan utilizando los recursos humanos, técnicos y científicos que posee la UNC en función del lucro capitalista. La catástrofe de Rió Cuarto es, sin lugar a dudas, la máxima expresión de esta política.
La crisis financiera y educativa que atraviesa nuestra universidad plantea el fracaso de la política de privatización, achicamiento y autofinanciamiento que representa el cupo.
Hay que actuar
En este momento los docentes reclaman aumento salarial; los no docentes rechazan la aplicación del negrero convenio colectivo de trabajo que les intentan imponer y los estudiantes han dado sobradas muestras de rechazo a la orientación social impulsada por los representantes de esta política derechista y privatizadora como Willington. Estos elementos cada vez más marcados coinciden con el retroceso de las fuerzas más reaccionarias de la UNC: la derecha privatista hace aguas y se encuentra desmoralizada. Esto se ha evidenciado en las asambleas universitarias, donde ha terminado votando con el actual oficialismo y particularmente, en el movimiento estudiantil donde las agrupaciones de la derecha han sido derrotadas en la mayoría de los centros y en los que no, han retrocedido fuertemente.Es el momento de enfrentar todas las limitaciones en el ingreso, la cursada y el egreso; y la política que representan: la de la destrucción de las carreras de grado y el arancelamiento.
Llamamos al conjunto de la comunidad universitaria a poner en pie un gran frente contra el limitacionismo. Un gran frente de no docentes, docentes y estudiantes, con las organizaciones gremiales correspondientes y los consejeros directivos que acuerden.
La Unión de Juventudes por el Socialismo - PO y todas sus agrupaciones impulsan la intervención de todos los estudiantes, docentes, no docentes y sus agrupaciones para deliberar en asambleas y establecer el curso de acción para garantizar el libre ingreso y la eliminación de todas las medidas restrictivas.
Llamamos al conjunto de la comunidad universitaria a poner en pie un gran frente contra el limitacionismo. Impulsémoslo desde las asambleas de no docentes y de docentes, y desde los organismos gremiales de los estudiantes, en conjunto con los consejeros directivos que acuerden.
Llamamos a pronunciarnos y movilizarnos en esta perspectiva.
¿Será, tal vez, porque hay quienes quieren que la nueva Ley de Educación mantenga los cupos y aranceles?
El Decano José M. Willington hace gala de la “excelencia académica” lograda por el cupo de ingreso: “Nosotros tenemos cupos desde 2000 para acá y creo que hemos mejorado la calidad” (La Voz 20/01/08) declaró, mientras hace algunos días, estudiantes de 3º año de Medicina pasaron todo un día haciendo cola para inscribirse en un Hospital Escuela, para poder desarrollar sus prácticas tratando de evitar que les toque el H. N. Clínicas. Algo similar sucedió en odontología.
Entonces...le preguntamos al Decano de Ciencias Médicas: ¿Qué fue del glorioso Hospital Nacional de Clínicas con sus amplios pabellones, salas, aulas y hasta con hospedajes estudiantiles? ¿Qué pasó con su infraestructura y con sus cátedras?
Los estudiantes saben dónde quedó, por eso realizan esas interminables colas para que no les toque como opción el Hospital Nacional de Clínicas que está vaciado, autogestionado, sin insumos y con cátedras cerradas. Realizan esas interminables colas con el objetivo de lograr desarrollar las prácticas en “el menos peor” de los Hospitales escuela.
Autonomía… ¿sólo para los cupos?
Mientras se nos dice que cada facultad tiene autonomía para decidir qué pautas de ingreso establece, no se tienen los mismos reparos para violar esa autonomía cuando se niega la existencia de docentes ad honerm, como fue el caso de psicología cuando reclamó presupuesto para la renta de esos docentes.
Lo concreto es que las carreras de grado son constantemente reducidas en sus contenidos, los cuales más tarde pasan a ser parte de los post grados pagos. Los ingresos por este concepto equivalen al presupuesto de la Universidad Nacional de Villa María.
El limitacionismo al ingreso, lejos de ser una salida para la crisis presupuestaria, ha servido de excusa para el arancelamiento y desmantelamiento de las carreras, como así también para la rúbrica de acuerdos con empresas privadas, que terminan utilizando los recursos humanos, técnicos y científicos que posee la UNC en función del lucro capitalista. La catástrofe de Rió Cuarto es, sin lugar a dudas, la máxima expresión de esta política.
La crisis financiera y educativa que atraviesa nuestra universidad plantea el fracaso de la política de privatización, achicamiento y autofinanciamiento que representa el cupo.
Hay que actuar
En este momento los docentes reclaman aumento salarial; los no docentes rechazan la aplicación del negrero convenio colectivo de trabajo que les intentan imponer y los estudiantes han dado sobradas muestras de rechazo a la orientación social impulsada por los representantes de esta política derechista y privatizadora como Willington. Estos elementos cada vez más marcados coinciden con el retroceso de las fuerzas más reaccionarias de la UNC: la derecha privatista hace aguas y se encuentra desmoralizada. Esto se ha evidenciado en las asambleas universitarias, donde ha terminado votando con el actual oficialismo y particularmente, en el movimiento estudiantil donde las agrupaciones de la derecha han sido derrotadas en la mayoría de los centros y en los que no, han retrocedido fuertemente.Es el momento de enfrentar todas las limitaciones en el ingreso, la cursada y el egreso; y la política que representan: la de la destrucción de las carreras de grado y el arancelamiento.
Llamamos al conjunto de la comunidad universitaria a poner en pie un gran frente contra el limitacionismo. Un gran frente de no docentes, docentes y estudiantes, con las organizaciones gremiales correspondientes y los consejeros directivos que acuerden.
La Unión de Juventudes por el Socialismo - PO y todas sus agrupaciones impulsan la intervención de todos los estudiantes, docentes, no docentes y sus agrupaciones para deliberar en asambleas y establecer el curso de acción para garantizar el libre ingreso y la eliminación de todas las medidas restrictivas.
Llamamos al conjunto de la comunidad universitaria a poner en pie un gran frente contra el limitacionismo. Impulsémoslo desde las asambleas de no docentes y de docentes, y desde los organismos gremiales de los estudiantes, en conjunto con los consejeros directivos que acuerden.
Llamamos a pronunciarnos y movilizarnos en esta perspectiva.
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